Friday, March 29, 2024
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Violencia de género y comunidades de fe

EL PRESBITERIO DEL SUROESTE DE PUERTO RICO (PSO)*, cuya misión y valores cristianos incluyen: la proclamación del evangelio para la salvación de la humanidad; el amparo, la educación, y la confraternidad espiritual de las criaturas de Dios; el mantenimiento de la adoración divina; la preservación de la verdad; la promoción de la justicia social; y la manifestación del reino de los cielos al mundo, aprobó la siguiente Declaración Pública 2022, Contra La Violencia De Género:

La violencia de todo tipo, en particular contra las mujeres, niñas/os, hombres, grupos de diferente orientación e identificación sexual, así como la violencia contra el medio ambiente, se ha convertido, en un grave problema de salud y seguridad pública, afectando a todos los niveles de la sociedad, en todas partes del mundo. De hecho, constituye una violación de los derechos humanos. En Puerto Rico, la violencia de género, es un problema estructural que está afectando a toda la fibra moral y social de nuestras comunidades.

Entendemos que el clamor colectivo de la sociedad puertorriqueña ya expresado en: “Ni una más asesinada, desaparecida, abusada, golpeada, ignorada, explotada”, refleja el llamado de Dios para acciones impostergables, por parte de las instituciones sociales y religiosas. Es urgente atender esta pandemia de violencia originada, principalmente, por una mentalidad hacia el dominio y control machista.

En compromiso solidario, el Presbiterio del Suroeste de Puerto Rico, aprueba esta resolución de rechazo a todo tipo de violencia y organiza un Comité Asesor para darle seguimiento a la iniciativa. En consecuencia, públicamente invitamos para articular un ministerio ecuménico que ministre el clamor de las víctimas.

Nos aunamos a la sensibilización y la educación en las comunidades de fe, con valores cristianos de reconciliación y justicia. Buscamos la creación de políticas internas preventivas y educacionales en las instituciones eclesiásticas así como sistemas para compartir los recursos disponibles que reafirmen a nuestras Iglesias como espacios seguros, saludables y equitativos, en la justicia de Dios. La eliminación de la violencia de todo tipo ha pasado a ser una súplica desgarradora y constante ante el Creador. Aquí en Puerto Rico, el grito internacional de ¡YA BASTA!, se ha convertido en ¡NI UNA MÁS, NI UNA MENOS!

En el libro de los Proverbios, capítulo 3, verso 31, leemos: “No envidies a los violentos ni sigas su mal ejemplo.” Hermanas… hermanos, ¡QUE ASÍ NOS AYUDE DIOS!

Si usted, o su comunidad de fe, desea solidarizarse con esta iniciativa, o compartir información, les invitamos para que se comuniquen con nuestra organización a través del correo electrónico: [email protected]

Por: Presbítera Nidia S. López Rodríguez

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