La secretaria interina del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez, informó la muerte del chimpancé Magnum en el Zoológico de Puerto Rico Dr. Juan A. Rivero. El chimpancé Mágnum sufría de un padecimiento cardiaco crónico para el cual no recibía tratamiento especializado, según lo indicase el DRNA en una demanda por acceso a la información interpuesta por la organización Vínculo Animal PR el pasado año. Como sabemos, el Zoológico ha estado cerrado desde el año 2017 y ha sido objeto de múltiples cuestionamientos por la forma en que ha sido administrado por los últimos años, inclusive previo a su clausura. La sospechosa muerte del chimpancé Magnum, junto a la de otros animales, quienes han muerto bajo circunstancias igualmente preocupantes, amerita la inmediata intervención del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en las operaciones del Zoológico, ya que es esta agencia la que tiene a su cargo implementar y velar el con el cumplimiento de los estatutos de bienestar y protección animal a nivel federal.
La Ley de Bienestar Animal a nivel federal (por sus siglas en inglés, “AWA”) establece unos estándares mínimos que los parques zoológicos están obligados a cumplir para poder operar. Entre otros asuntos, la muerte de animales siendo exhibidos activa una serie de protocolos entre los cuales se encuentra la necropsia. En el caso del chimpancé Magnum, la secretaria del DRNA ha indicado que ya han iniciado el proceso de necropsia. En el pasado, las muertes de otros animales en el Zoológico no han sido investigadas de forma rigurosa. Las necropsias que realizan los veterinarios contratados por el Zoológico, de los cuales se desconoce el peritaje que poseen para realizarlas en animales exóticos, se convierten en meros trámites administrativos. Las necropsias no deberían ser un trámite más en la forma en que se administra un lugar donde se tienen seres sintientes en cautiverio, sino que deberían servir a la administración del Zoológico como un aviso de que necesitan revisar urgentemente los protocolos administrativos y las condiciones en que se encuentran los animales.
Ante la falta de acción por parte del DRNA frente a la muerte de otros animales en condiciones similares a las del chimpancé Magnum, las organizaciones firmantes de este comunicado hemos radicado una querella formal ante USDA para que investiguen cualquier irregularidad con las muertes de animales en el Zoológico de Puerto Rico.
