Conocido por darle vida a un sinnúmero de personajes a través de sus títeres, Santín Vázquez Arroyo, celebró cuarenta años de llevar alegría a niños, jóvenes y adultos a través de sus espectáculos como titiritero.
“Desde bien pequeño, siempre me llamó la atención todos los programas donde salían títeres como: Los Muppets, Mi pueblito, Titi Chagua, entre otros. Cuando ingreso a la Escuela Julio Víctor Guzmán de San Germán, tuve la oportunidad asistir a un curso de teatro de títeres, lo que me sirvió de base para que mi vida cambiara y me brindó la oportunidad de adentrarme a lo que me gustaba”, relató Vázquez Arroyo, conocido por Santín y sus títeres.
Vazquéz Arroyo, relató que su carrera con los títeres comenzó a los 13 años. “Jamás imaginé que esta iba a ser la forma de ganarme la vida y mantener a mi familia”, mencionó.
“Por lo general, muchos padres esperan que sus hijos sean abogados, doctores, ingenieros, pero nadie espera que su hijo sea titiritero, sin embargo, la realidad es que, si volviera a nacer, sin pensarlo dos veces, volvería a ser titiritero”, destacó
A lo largo de su carrera, Vázquez Arroyo, trabajó con Remi, María Chusema, fue el titiritero de Shabun y el conejo Tintín. Asimismo, laboró con Raymond Arrieta, Jamsha, Ñejo, el pianista Adlan Cruz y actualmente es titiritero en Halloween Horror Nights en Universal Orlando.
El fundador de la empresa bajo el nombre de Santín y sus títeres detalló que su colección de marionetas consta de 300 personajes en Puerto Rico y alrededor de 80 muñecos en Florida, los cuales son construidos y diseñados por él. Entre algunos de los personajes se encuentran artistas como: Ricky Martín, Bad Bunny, Don Omar hasta la gallina turuleca y las vocales.
“Gracias a un pedazo de ‘foam’ he tenido la oportunidad de visitar desde los lugares humildes hasta los más lujosos, ya que con mis personajes hechos de ‘foam’ he podido llevarle alegría, a través de mis manos, a niños, ancianos, personas en hospitales y hasta una multitud de gente”, enfatizó
Aún que nunca olvida sus raíces en el barrio El Guamá de San Germán, el titiritero, explicó que los vientos del huracán María lo llevaron a reinventarse. “Actualmente, paso unos meses trabajando en el estado de Florida y otro tiempo en Puerto Rico”, dijo.
Para concluir, Vázquez Arroyo, hizo un llamado para que los padres apoyen los sueños de sus hijos tanto en los deportes y en el arte. “Si mis padres no hubieran visto mi talento y no me hubieran encaminado, yo no hubiera llegado hasta donde he logrado”, sostuvo.
“Mientras mis amigos jugaban pelota, baloncesto y corrían bicicleta yo estaba en mi casa diseñando y jugando con títeres. Gracias a que mis padres reconocieron mi talento, comenzaron a llevarme a festivales y es lo que me trajo hasta aquí”, puntualizó.
