Friday, March 29, 2024
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RUM desarrolla programa para mejorar la industria caprina y ovina

En mayo de 2021, el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) publicó un informe donde advertía del aumento del precio de las carnes de origen vacuno, ovino, avícola y porcino.

Según el informe, esto podría deberse a la escasez de la oferta y al incremento en la demanda. El secretario del DACO, Edan Rivera, expresó que “las fluctuaciones de precios tienen su origen en las distorsiones del mercado provocadas por la pandemia”.

Sin embargo, la crisis de salud no es el único factor que hace que los precios de las carnes suban. Otro muy importante es la alta dependencia de productos del exterior, los cierres de factorías en EE.UU. y la falta de carne producida en el país.

Para solventar este problema y otros relacionados, el Departamento de Ciencia Animal del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), desarrolla el programa Puerto Rico Goat and Sheep Educational Program Initiative (PR-GOSHEPI).

Este programa pretende fomentar la industria de la oveja y la cabra en Puerto Rico, dos animales que no tienen el mismo arraigo que cerdos, pollos o vacas entre los consumidores boricuas, pero que son buenos productores de carne, leche y otros productos derivados.

Estos bóvidos podrían contribuir a compensar los déficits que los otros animales producen en el mercado y reducir el precio de venta de las carnes.

El doctor John Fernández, uno de los directores del proyecto, explicó a Visión que “estos animales son más sustentables, producen menos gas metano, se usan menos recursos en su crianza, y permiten criar más animales por área, debido a su pequeño tamaño”.

De igual forma se expresó el doctor Abner Rodríguez, otro de los directores del programa.

“Puerto Rico es una isla industrializada, no hay mucho espacio. La crianza de ganado vacuno ocupa mucho terreno, y tarda más tiempo en poder ser sacrificada. En dos cuerdas de terreno caben 20 rumiantes, animales que además consumen solo forraje, a diferencia del cerdo por ejemplo, que necesita piensos a base de grano”.

El semestre pasado el programa inició una serie de conferencias virtuales con expertos del país y del extranjero, para hablar sobre temas como la reproducción de los rumiantes, tratamiento de parásitos, etc.

En total fueron 7 charlas centradas en la cría de cabras, que ahora continúan en el nuevo semestre. El próximo curso trabajarán con las ovejas, para beneficio del sector primario nacional.

Fernández resaltó que cabras y ovejas “son buenos productores de carne, leche o queso. Son un buen sustituto para la producción de proteína animal”.

En Puerto Rico todavía la vaca, el pollo y el cerdo son los reyes del consumo cárnico, pero desde el proyecto del RUM creen que hay un buen mercado para que la ingesta de rumiantes crezca, y fomentar así una nueva cultura gastronómica.

“Tenemos población árabe, judía, cubana, gente que tiene ya ese gusto desarrollado, hay ya un nicho de mercado. Pero queremos hacerlo crecer, porque la de oveja y cabra es una carne sana y más económica”, indicó Fernández.

“Estamos enfocados en educar no solo al productor, también al consumidor, y presentar los beneficios de, por ejemplo, la leche de cabra, y ofrecer nuevos cortes (pernil, chuleta, etc.), más allá del fricasé”, abundó Rodríguez.

El profesor Rodríguez también dijo que en los “pasados 4 años han surgido productores locales. Antes no había, solo se sacrificaba traspatio, no a nivel industrial. Ahora el cordero sigue siendo medio ‘gourmet’, nunca va a sustituir al pollo o al cerdo, pero puede disminuir las importaciones”.

La producción de estos animales, sin embargo, es aún limitada. Por eso están también fomentando la reproducción y la mejora genética de los ejemplares.

“En el pasado no ha habido un programa de selección genética. Ahora están trayendo otras ovejas, cuyos padrotes son seleccionados de forma metódica para emparejarlos y mejorar la producción. Así podremos hacer que crezcan más rápido hasta la edad de sacrificio, y con mejores cortes de carnes”, dijo Fernández.

Rodríguez apuntó que “con este crecimiento en la demanda el precio ha subido. Antes un cordero valía 70 u 80 pesos, ahora no baja de 200. Tenemos que aumentar la población”.

La cría de los ejemplares caprinos y bovinos tiene, no obstante, algunos retos especiales en suelo puertorriqueño, debido a cuestiones climáticas, pero también sociales.

Rodríguez explicó que “tenemos el peligro de las ‘P’: parásitos, perros y pillos. El clima de Puerto Rico hace que el ciclo de parásitos no se interrumpa con el frío, tenemos que trabajar para disminuir la carga de parásitos; los perros son otro peligro, atacan y matan a las ovejas; igualmente, ovejas y cabras son objeto de deseo de los pillos, debido a su tamaño, se llevan muy fácil”.

El profesor Fernández destacó que el sur y suroeste del país están siendo los lugares del país donde más crianza de estos animales está habiendo.

“Estos animales se habitúan a las zonas áridas. El cabro es muy adaptable a sitios secos. En el suroeste hay proyectos en Lajas, San Germán, etc.”, dijo.

“Aguantan más el estrés por calor que las vacas, y en climas secos se evita que surjan tantos parásitos como en climas húmedos”, añadió Rodríguez.

Aunque no hay estudios todavía del impacto económico de esta industria, el equipo del programa ya está en conversaciones con profesores de Economía Agrícola para iniciar estudios de mercado y potenciar el autoempleo en este renglón de la economía.

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