Mayagüez es uno de los municipios más privilegiados alrededor de todo el país; pues esta ciudad dispone de un sinfín de propiedades con un rico valor histórico, sin embargo, muchas de ellas, han sido abandonadas y actualmente se encuentran en un estado avanzado de deterioro.
Una de esas propiedades es la que en su momento sirvió como residencia del prócer puertorriqueño, José de Diego. Es importante repasar brevemente la historia de este patriota para entender la importancia que tiene la llamada “casa solariega” ubicada en la Calle Liceo de Mayagüez.
Un breve vistazo a su vida y obra
José de Diego fue un abogado, político, periodista y escritor puertorriqueño. Apodado “El Caballero de la Raza”, se destacó por ser un defensor férreo de la cultura puertorriqueña y de la lengua española en la isla ante la invasión norteamericana. De Diego, además, presidió la Cámara de Representantes de Puerto Rico por casi 11 años (1907-1918) y se estableció como una figura notable dentro del independentismo puertorriqueño por sus aportaciones intelectuales a dicha causa.
Una de las mayores aportaciones de este prócer fue ser parte de los fundadores en el 1911 de lo que es hoy día la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez. Esta institución (que originalmente se llamó el “Colegio de Agricultura” y luego pasó a llamarse el “Colegio de Agricultora y Artes Mecánicas”) ha producido miles de profesionales que han dejado su huella en el mundo entero.
Sociedad Protectora del Patrimonio Mayagüezano aboga por su restauración
Estos datos deberían ser suficientes para que Puerto Rico, como país, atesore y resguarde los sitios históricos que nuestros personajes ilustres nos heredaron, pero la realidad es otra.
El estado actual de la residencia de José de Diego es de total y absoluto abandono, lo que algún día fue el hogar de uno de los actores políticos más influyentes en la isla, hoy es una más dentro de las cientos de casas antiguas en deterioro existentes en la región.
Sobre esto, Visión conversó con Alfredo Morales, profesor del Recinto Universitario de Mayagüez y líder de la Sociedad Protectora del Patrimonio Mayagüezano, el cual expresó lo siguiente: “Nosotros hemos estado señalando constantemente el estado deplorable y el abandono en el que la casa está”.
Morales aseguró haberse comunicado en su momento con la presidenta de la legislatura municipal de Mayagüez para conocer sobre el estatus de la propiedad, pero esta la había indicado que desconocía que aquella fuera propiedad del municipio y alegaba que la misma pertenecía al Recinto Universitario de Mayagüez. El catedrático comentó que la Sociedad del Patrimonio Mayagüezano investigó sobre este particular y certificaron que es el municipio quien aún mantiene la titularidad de dicha casa.
Morales añadió que durante el mandato de John Fernández Van Cleve como rector del RUM, este le había dado señales de querer trabajar con la restauración de la casa, pero al final no se concretó nada. “Van Cleve, cuando fue rector, estuvo en toda la disposición precisamente de arreglarla y restaurarla para convertirla en un centro de cultura de la universidad”, agregó.
El profesor comentó que, en años recientes, a raíz de los fenómenos atmosféricos que ha sufrido la isla, el deterioro de la casa se ha acelerado. “Esa casa se ha ido deteriorando y desde el huracán ni siquiera limpiaron por dentro”, dijo.
Inquirido sobre por qué considera que estas joyas arquitectónicas han sido abandonadas y olvidadas por la administración municipal, Morales expresó: “No hay una conciencia verdadera sobre lo que es el patrimonio de una ciudad. La ciudad se ha dedicado a reinventar su historia, abandonar y destruir el fundamento, su historia inicial. ¿Cómo sabemos eso? por ejemplo, con el cambio continuo de las calles de toda la ciudad para colocar nombres de personas que nadie conoce. Esta es una manera de hacerlo y destruyendo y abandonando aquello que nos identifica”.
“La de José de Diego, que hay que trabajarla porque está en mal estado, sería un excelente espacio para recibir en un lugar histórico a personalidades que y a nivel cultural”, concluyó mencionando el presidente de la Sociedad Protectora del Patrimonio Histórico Mayagüezano al preguntársele sobre el potencial que tiene dicha estructura para el disfrute de la ciudadanía.
Este artículo conforma la primera parte de dos notas que se trabajarán sobre el abandono de ciertas casas históricas en Mayagüez. En la próxima edición, estaremos profundizando sobre el terreno donde estuvo la residencia de Ramón Emeterio Betances en La Sultana del Oeste.
