Dareliz Giselle
La inflación es un término que se utiliza para señalar un aumento sostenido y generalizado de los precios de bienes y servicios durante un periodo de tiempo, usualmente durante un año.
En los últimos meses, esta ha estado por encima del 8% según Janet Yellen, secretaria del Tesoro de los Estados Unidos.
Con un aumento en 17% en alimentos y hasta del 30% del precio del gas, el bolsillo del puertorriqueño se ha estremecido. Pero ¿cómo se afectan los negocios con la inflación? Para los negocios, se encarecen las materias primas y los servicios que los empresarios contratan. Los clientes tienden a ser más cuidadosos al momento de adquirir los bienes y servicios. Asimismo, el margen de ganancia puede verse afectado. Usualmente, cuando este margen de ganancia se reduce, se comienza a evaluar las partidas para poder hacer ajustes. Es ahí cuando el presupuesto asignado para la publicidad, se reduce significativamente.
Sin embargo, un artículo publicado en el Harvard Business Review indica que alrededor del 50% de las empresas que no recortan sus presupuestos para publicidad registran mayor solidez tras una crisis, pues refuerza la confianza del consumidor. Una publicidad bien diseñada, con unos objetivos enfocados en el consumidor, ayudará a generar la lealtad del cliente. Esto se debe a que tenemos el control sobre lo que el consumidor verá. Adicional, se trabaja el posicionamiento en la mente del consumidor. Este ayudará a entrar dentro del marco de referencia de marcas dentro de los consumidores. Como consecuencia, el consumidor podrá tener diferentes alternativas de marcas (productos/servicios) sin embargo, optará por aquella que recuerde en primera instancia.
Dentro de la publicidad, tenemos el área digital. Esta área, cuando se trata de presupuesto, podemos manejarla incluso mejor. Tiene varios beneficios: tenemos control propio del dinero que se le asigna a la campaña, controlamos cuánto tiempo estará disponible y “apagar” el anuncio si no está brindando los resultados esperados e incluso, podemos controlar el contenido y la manera de mostrarlo al cliente. Este tipo de publicidad es más económica, esto en comparación con medios tradicionales o de mayor alcance. Sin olvidar el contenido orgánico que se puede publicar en medios propios digitales como: blogs, publicaciones informativas en redes sociales, el ‘user generated content’, entre otros tantos más.
Así que, antes de reducir el presupuesto de publicidad, se debe verificar qué alternativas tenemos disponibles, que no afecten la solidez de la imagen de la empresa y la lealtad de los clientes.
