Olajuwon ‘El Rayo’ Acosta sigue apretando en el mundo del boxeo profesional y superando sus marcas con un récord de 6-0-4.
El pasado 19 de diciembre el mayagüezano ganó en Barranquilla al colombiano José David Cogollo, en una cartelera hecha a medida del púgil de La Guajira. Fue a la casa del trompo y lo puso a bailar.
En seis asaltos logró llevarse la victoria, a pesar de que el anfitrión partía con la ventaja de la experiencia y el apoyo del público, y de que Olajuwon llevaba 2 años sin pelear, entre otros motivos por la pandemia.
“Sabíamos que no iba a ser una pelea fácil, pero nos preparamos. Ellos habían hecho la cartelera para que el colombiano pudiera brillar, era su oportunidad, pero nosotros no dejamos que nada nos sacara del plano”, relató a Visión.
Ahora, de vuelta a casa, ‘El Rayo’ sigue enfocado en su preparación para futuras peleas que le permitan traer pronto algún título mundial.
Orgulloso hijo del caserío
El deporte es para la clase obrera uno de los mejores ascensores sociales, una oportunidad para crecer y ganar reconocimiento, y en muchas ocasiones incluso dinero. Ese es el caso de Olajuwon.
Criado en “La R”, en el residencial Roosevelt, con mucho orgullo de barrio, el hijo de José “Tote” Acosta pelea por su gente, y quiere que sus vecinos sientan orgullo de sus victorias tal y como hacían hace no tanto con los triunfos de ‘Machazo Rodríguez’, leyenda del caserío.
“Cada vez que doy la vuelta por el residencial se siente el amor y el cariño, los chamaquitos me preguntan cuándo voy a pelear. Me gusta servir de inspiración para los jóvenes”, compartió.
Acosta empezó a pelear a los 9 años “porque en la elemental me peleaba mucho”, dijo. “Yo no me dejaba, y un día mi padre fue a la escuela ver qué pasaba, y le dijeron: apúntalo en boxeo para que saque toda esa furia que tiene dentro”.
Así llegó a las manos de Luis Ramos, en Columbus Landing, con quien empezó a entrenar y a conocer la disciplina dentro y fuera del ensogado, y a mejorar su técnica, que hasta ese momento se había desarrollado como respuesta contra el acoso escolar.
Por el camino también probó en el baloncesto y el atletismo, se alejó un tiempo del boxeo, pero desde los 16 se volcó en el deporte de los guantes.
Antes de dar el salto al profesionalismo, Olajuwon contaba con 56 peleas en el boxeo amateur, de las cuales 47 fueron victorias y 9 derrotas.
La carrera profesional de ‘El Rayo’
El día de la muerte de ‘Machazo’ Rodríguez, en 2017, ‘El Rayo’ conoció en el velorio a José Luis Trabal, entrenador del fenecido boxeador. Machazo, vecino de Olajuwon, le insistía mucho en dar el salto al deporte profesional, y así se lo indicó a Trabal, con quien empezó a entrenar.
Los buenos resultados con Trabal están sobre la mesa, con un saldo de 6 victorias, cuatro de ellas por nocaut, y ninguna derrota. A pesar de los números, lamentó que lograr mejores resultados es complicado por falta de oportunidades. En su peso no hay muchos contrincantes, y la pandemia paralizó todas las carteleras.
Ahora espera que sus representantes, Universal Promotions y su manejador, Juan de León, consigan nuevas peleas para volver al ring en 2022, sumar victorias, y aspirar a un título mundial.
Un boxeador con flow
Olajuwon tiene en sus pectorales dos tatuajes, reflejo de sus talentos. Nunca quiso marcarse la piel, pero un día descubrió un libro de mitología griega y decidió que en su pecho estarían dibujados los rostros de Zeus, el dios del rayo -por su apodo-, y Apolo, dios de la música, su otra gran pasión.
“Siempre he sentido amor por la música. Descubrí que tenía el talento de componer, caer en una pista y que la gente me la diera. En el caserío los títeres me pedían un chanteo a cambio de un pesito, así empecé a improvisar”, compartió.
A los 15 años grabó su primer tema, aunque por miedo al qué dirán lo engavetó. Se llamaba ‘Puesto pa la fama’, y cuando finalmente lo colgó en SoundCloud “tuvo mucha aceptación y apoyo”, aseguró.
Desde entonces ha sacado otros temas, todos de música urbana (rap y trap), disponibles en plataformas como Youtube. “Ahora tengo pensado hacer un EP. Tengo música para romper”, dijo orgulloso el boxeador y rapero mayagüezano.
