Trabajadora Social
El título de este escrito debió haberse llamado condena, pero eso se lo dejamos a las leyes jurídicas y celestiales por aquello de que los que accionemos debe ser penalizado. Cuando mis oídos escuchan problemas de escasez, recesión, inestabilidad del servicio eléctrico, interrupción del servicio de agua, y el tirajala de los derechos constitucionales, solo me queda decir que nosotros como colectivo, tenemos luchas diarias con el macro y bien arraigadas.
No entiendo como una isla (rodeada de agua), tenga que someterse todos los años a la perpetua del llamado racionamiento, y parto de la premisa de que las soluciones siempre han estado al alcance de la mano de los que escogimos para administrar o privatizar nuestros bienes. Desde que tengo uso de razón, allá en los 90 cuando era estudiante universitaria, viví en carne propia el racionamiento y de ahí a construir el tubo que chupa el agua y la escupe en la metro, no ha pasado nada más.
Comprendo que el factor climático luego de someterlo a daños colaterales ahora nos pasa factura y el monitor de sequía informar que el 91% de esta tierra se encuentra en este estado es deshumanizante. Las acciones paliativas no deben atarse a crear oasis o instar a las personas a comprar tanques de almacenamiento ( eso es individual), hace mil años luz, el dragado de los lagos, de los cuerpos de toma de agua, la recolección de agua de lluvia cuando abunda, plantas de salinidad de agua de mar funcionando con el sol de gratis, la reparación inmediata , monitorear el uso de pillos en los contadores, el impago de las agencias y el mantenimiento de las tuberías que provoca una perdida de casi el 60% del agua que fue tratada debió haberse convertido en una realidad y tener que escuchar en Borinquén la hija del mar y el sol simplemente es inaceptable, la presencia de estrategias solo consisten en abrir las compuertas cuando las represas está a punto de colapso y al divino que reparta suerte.
Tenemos el modelo de recolección de agua de las vecinas islas y ni para allá miramos, hablamos de un sostenimiento de economía y de un mejoramiento de calidad de vida y algo tan simple como el manejo del preciado líquido no es posible emularlo. Se necesita más que voluntad para traer soluciones a largo plazo y en la pelea monga, se seca la isla y nos condenan a una cadena perpetua en la isla zombie, así no se puede, ¿será más oneroso un dragado o sostener el argumento de que vamos por buen camino? Mmmm
