Monumento a María Luisa Arcelay en Mayagüez
Hoy en día es habitual ver a mujeres ocupar puestos de liderazgo político. Sin embargo, esta realidad no siempre fue la norma.
En el camino para lograr cotas de representación e igualdad en el campo de la política institucional una mayagüezana tuvo un rol fundamental: María Luisa Arcelay, primera legisladora de Puerto Rico y de América Latina.
Arcelay fue representante por el distrito de Mayagüez como parte de una coalición entre los partidos Unión Republicano y Socialista, y abrió el camino a tantas otras mujeres que siguieron sus pasos.
El hito histórico sucedió en 1932, solo 3 años después de que Puerto Rico aprobase el voto para las mujeres en 1929. En ese momento solo aquellas féminas que estuveiran alfabetizadas podían ejercer el sufragio, por lo que ni siquiera el voto femenino era universal.
Antes de acceder a la vida parlamentaria, Arcelay había sido maestra de inglés. En 1913 se graduó de la Universidad de Puerto Rico, tras haber pasado por escuelas públicas de Mayagüez como la Farragut, hoy día lamentablemente cerrada y abadonada.
También en su Mayagüez natal ejerció la docencia, en concreto en la escuela Theodore Roosevelt. Sin embargo, el oficio docente lo abandonó para dedicarse a la industria de la aguja, uno de los sectores más importantes del Puerto Rico de comienzos de siglo.
Primero en la calle Sol y luego en la calle Betances -antigua Post- Arcelay emprendió un taller de aguja donde empleaba a unas 400 mujeres y hombres. Este negocio la llevó a viajar de forma regular a Estados Unidos para mercadear sus trajes y bordados a mano
La vida política de Arcelay
Gracias a la lucha de grupos como la Liga Femínea (Feminista) Puertorriqueña, dirigida por Ana Roqué de Duprey, y su sucesora, la Liga Social Sufragista, junto a la Asociación Puertorriqueñas de Mujeres sufragistas, lograron que el 18 de abril de 1929 se aprobara una ley que permitía a las mujeres que sabían leer y escribir poder votar y postularse.
Tras lograr su acceso a la legislatura en 1932 por el Distrito 16 de Mayagüez, accedió a la presidencia de la Comisión de Agricultura y Comercio, y fue miembro de las Comisiones de Instrucción y la de Hacienda y de Trabajo.
Además, su carrera política se complementó con la presidencia de la Cámara de Representantes de forma interina y por periodos muy breves en 1935, 1938 y 1939.
Entre sus leyes más importantes se encuentra el Proyecto 663, a favor del salario mínimo.
Por último, podemos destacar en la vida política y civil de Arcelay su destacado papel como presidenta de la Cámara de Comercio de Mayagüez y de la Asociación de Talleristas de Puerto Rico. También dirigió la Asociación de Industriales de Puerto Rico y fue directora de la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico, entros importantes puestos de liderazgo.
Además fundó el Club Altrusa de Mayagüez en 1947. Entre otras cosas logró que se hiciera un carretera de acceso a la carretera #2 a los residentes del barrio El Maní.
Su pueblo natal reconoció en 1972 todo su aporte con el nombramiento de la Escuela María Luisa Arecelay, en el barrio Sábalos, 9 años antes de fallecer en la misma ciudad que la vio nacer, un 17 de octubre de 1981.
Su legado hoy
Gracias a su labor pionera en el campo de la política partidista, actualmente 34 mujeres pueden ocupar alguno de los 158 puestos públicos del país, un número aún muy bajo para un segmento de la población que representa el 53% de habitantes, según datos de Proyecto 85, organización que promueve que las mujeres se incorporen a la política institucional.
En el campo legislativo, de los 78 escaños en la asamblea legislativa 34 pertenecen a una mujer -en 2016 fueron 22-, y solo 9 alcaldías son lideradas por féminas. Ninguna de ellas en el oeste, distrito que al menos sí puede presumir de tener mujeres electas, tanto en Cámara como en Senado.
