Aracelys Otero Torres – Relacionista Lic R 53
El metaverso es una tecnología que se mueve rápidamente y a pasos agigantados que desde ya, impacta la forma en cómo se practican las relaciones públicas. Es descrito como un espacio donde los mundos físicos y digitales se convierten en uno. Una realidad virtual en la cual las personas realizan diferentes actividades, como socializar, trabajar y jugar. Compañías y marcas comienzan a integrar esfuerzos estratégicos para que sus clientes vivan la experiencia del metaverso.
Datos predicen que el mercado del metaverso pudiera alcanzar para el 2024 más de 700 billones de dólares en ingresos. Otros entienden que esta tecnología lleva un aumento vertiginoso que se aceleró debido a la pandemia. Durante la pandemia aumentó el uso de diferentes plataformas digitales para la comunicación lo que permitió que más personas se adentraran en el mundo digital y conocieran la diversidad de posibilidades virtuales que ofrece.
Un concepto que debemos conocer es la interoperabilidad. Esta es definida como “la capacidad de las organizaciones para intercambiar información y conocimiento en el marco de sus procesos de negocio para interactuar hacia objetivos mutuamente beneficiosos, facilitar la entrega de servicios digitales a ciudadanos, empresas y entidades, mediante el intercambio de datos entre sus sistemas”. En otras palabras, es lo que permite que varias compañías interconectan sus espacios lo cual resulta en el establecimiento de alianzas y que el dominio del mercado por parte de un puñado de empresas sea cosa del pasado.
Algunos ejemplos de compañías que están inmersas en la nueva realidad virtual son Gucci, quien en 2021 creó un espacio digital de su exposición centenaria en la plataforma de videojuego Roblox y Luois Vuitton quien desarrolló un videojuego llamado Louis The Game. Otras son Sony, Clinique, Microsoft, Nike y Epic Games.
Estas nuevas formas de interacción y comunicación presentan retos que se convierten en oportunidades tanto para los relacionistas como para los clientes. Educarse es la clave para conocer la infinidad de oportunidades que presenta. Desde ya debemos incluir en nuestros esfuerzos de comunicación la creación de versiones digitales de la marca y los servicios que representamos así como elementos que permitan a nuestros seguidores comenzar experimentar la realidad en 360 grados. Tenemos que desarrollar contenido que aumente la exposición de la marca, productos y servicios de los clientes en el mercado. Establecer alianzas con otros sectores y marcas para lograr posicionamiento.
También, debemos identificar lugares en los que se compren espacios terrestres virtuales en mundos digitales. Esas propiedades virtuales garantizan un espacio para el desarrollo de la estrategia que mejor se ajuste a las necesidades del cliente. Poseer un terreno virtual permite desarrollar eventos y actividades exclusivas que resultan en generar ingresos. Galerías, espacios de alquiler, entre otros, son algunas de las posibilidades que les brinda este espacio virtual.
Diariamente son más los consumidores que crean sus avatares virtuales y se adentran en este mundo que hasta hace años era poco probable. Somos nosotros los relacionistas los responsables de orientar a nuestros clientes para que participen en esta nueva realidad virtual.
