Dr. Edgar León
Es imperativo e innegable que el Sistema de la Universidad de Puerto Rico vive en el pasado. Su enfoque es basado en los trabajos que ya no existen, una economía robusta que ya no existe, en una administración gigante y gastos de presidencia que no se justifica, y en tipo de estudiantes que no existen. Mientras el resto de las universidades del mundo buscan interconectarse con el mundo globalizado y digital, la Universidad de Puerto Rico sigue con sus objetivos como si viviéramos en los años de 1950.
Los currículos siguen siendo los mismos de hace 30 años. Actualmente, la Universidad tiene programas con poquitos estudiantes y se niegan a cerrarlos para transformarlos en programas que verdaderamente estén enfocados a carreras y trabajos futuros.
Ya hay universidades que tienen matricula en línea de todos los países del mundo mientras Puerto Rico sigue con el horario de finca de caña y se niega a abrir programas nuevos en línea de forma agresiva para aumentar su matricula.
Les recomiendo que al hacer este cambio de transformación de cursos y ofertas no debe ser con profesores que no sepan la metodología apropiada para ofrecer cursos en línea donde se motiva al estudiante y se le ofrecen laboratorios virtuales y desarrollos de proyectos con relevancia usando inteligencia artificial, inteligencia virtual. El entrenamiento no debe ser darle certificación de como usar TEAMS o Moodle.
La universidad debe ir integrando la inteligencia artificial, la realidad aumentada, la realidad virtual, la energía renovable, sistemas de alimentación y producción de comida en fincas verticales usando edificios abandonados para laboratorios y la combinación de todas las tecnologías en sus nuevos cursos locales y al extranjero.
La transformación tampoco se hace contratando a la Microsoft, a Google y otras compañías extranjeras por cientos de millones de dólares.
Ya es tiempo de eliminar tanto oficial administrativo que su función es firmar papeles, reunirse con personas sin ningún resultado y aprobar formularios para luego almacenarlos en los armarios de metal en un edificio abandonado.
Nuevamente, reitero que la Universidad de Puerto Rico debe transformarse, reducir sus gastos de administración un 50% y abrir la institución de forma virtual al mundo de forma agresiva. Una vez cambie este modelo arcaico, entonces podrá buscar dinero externo para seguir mejorando al darle servicios de excelencia al mundo.
