Lic. Iris N. Ocasio Feliciano – Trabajadora Social Clínica
Son cada vez más las personas que están incorporando creencias, valores y estrategias espirituales a sus estilos de vida. Investigaciones y encuestas realizadas al final de la década de los 90’ en los Estados Unid indican que el 94% de las personas creen en Dios, que 9 de cada 10 personas oran, que el 97% cree que las oraciones son contestadas, y que 2 de cada 5 personas (40%) reportan haber tenido experiencias espirituales que les han cambiado su vida significativamente (citado por Steere, 1997). Esta premisa sienta las bases, para el enfoque clínico que como profesional de la conducta incorporo en mi práctica profesional. Cuando dividimos la palabra “Bio-psico-social-espiritual”, podemos apreciar cada parte en su aplicación:
BIO tiene su raíz en la biología; entiéndase órganos internos, atenciones médicas.
PSICO habla de lo subjetivo, pensamientos y la aplicación de esta disciplina.
SOCIAL describe nuestra esencia. Seres sociales y todo lo que el ambiente trae.
ESPIRITUAL es esa parte en la que creemos. La fe, creencias y área íntima del ser.
Si dejamos fuera de las Intervenciones en SALUD MENTAL, este enfoque es como querer mantener de pie una mesa con solo 3 patas. Somos seres integrales y cada área debe ser intervenida para una prognosis con alto porciento de mejoría. Siempre sujeto al compromiso y veracidad de cada sujeto en terapia.
Nuestro Puerto Rico se está derrumbando por causa de la ausencia de atención a la SALUD MENTAL. Cada uno debe sopesar la calidad de vida que desea tener; no solo como individuo, sino también como familia, como país.
Desde el Trabajo Social Clínico, me reitero con tristeza por la humanidad…
