Regresó de la oscuridad y ahora se nutre de la luz, esa es la historia del señor Juan José Caraballo Lugo, un caballero originario de la ciudad de Mayagüez, quien conversó con Visión sobre su vida y todas las adversidades que combatió durante su juventud y cómo logró superar las mismas. Por años, enfrentó problemas con las drogas, lo que derivó en pasar años en la cárcel en adición a estar al borde de la muerte por enfermedades en distintas ocasiones, estas situaciones son simplemente una porción de las cosas que pusieron a prueba a este hombre, quien hoy día mira hacia atrás y contempla con orgullo todo lo que ha superado.
Caraballo Lugo, de 47 años, fue hijo único del matrimonio de Don Juan José Caraballo y Monserrate Lugo, Caraballo contó que tuvo una infancia bastante común en la cual sus padres le proveyeron una educación de calidad durante toda su niñez hasta que este graduó de escuela superior.
Al comenzar sus estudios universitarios, decidió hospedarse en San Germán y narró que fue durante esta experiencia donde comenzó a descarrilarse, “cuando llego a hospedarme experimenté libertad así que comencé a conocer personas de otras áreas que estaban dentro del narcotráfico y a juntarme con ellos. Luego de un tiempo empecé a vender drogas en la universidad y fuera de la misma. Llegó un momento un momento en el cuál perdí el control y dejé mis estudios para dedicarme a eso”.
Luego, Caraballo comenzó a desarrollar una adicción a la heroína por consecuencia de en un momento de gran vulnerabilidad emocional en su vida. Haberse adentrado de lleno al consumo de estas sustancias cambió por completo su entorno y lo llevó a caer en un punto muy bajo durante este periodo, comenzó a delinquir de distintas formas, incluyendo el llegar a robarle a sus propios padres y eventualmente se vio involucrado en un delito de escalamiento de gran magnitud, razón por la cual tuvo que enfrentar siete años en la cárcel. Una vez fuera de las rejas, su problema no cesó, pues indicó que su abuso de sustancias controladas continuó.
En los años subsiguientes, su cuerpo sufrió daños que ocasionaron un deterioro extremo de salud y llegó a estar en ocasiones entre la vida y la muerte, pero varias experiencias espirituales a las que él le atribuye que fueron un llamado de Dios, lo sacaron de ese mundo de oscuridad y tuvo una segunda oportunidad en la vida. El trayecto hacia su sanación y desarrollar una relación con el cristianismo fue uno lleno de altibajos, pero hoy día puede afirmar que mantiene un vínculo fuerte con sus creencias, pues estas le sirvieron para edificarse como persona y jugaron un rol de soporte para superar un eventual diagnóstico de cáncer y muchas más vicisitudes.
Hoy día, aquella vida del señor Caraballo quedó en el pasado y actualmente se encuentra felizmente casado con la señora Tahiana Román. El ahora trabajador social, es un profesional quien además se desempeña llevando charlas sobre su testimonio de vida en cárceles, escuelas y universidades en adición a participar en un programa radial donde le ofrece un espacio de visibilidad a personas con diferentes experiencias espirituales. En cambio, una de sus mayores labores y que le genera más gozo, es formar parte de un Ministerio en el cual ha tenido experiencias enriquecedoras al cuál invita a la gente a integrarse. “Mi pasión es ayudar”, expresó.
“Regresando de la oscuridad”, una frase que tiene mucho peso en su vida y que se establece como el nombre de su Ministerio ubicado en el pueblo de Lares y su programa radial, el cual se transmite a través del 107.9 Restauración de 7-8 pm. Caraballo concluyó invitando a la ciudadanía a acercarse a su Ministerio y exhortando a la juventud a mantenerse educada y alejada de los peligros de las drogas.
La historia del señor Juan José Caraballo demuestra que estas transformaciones son posibles y que a pesar de ser un esfuerzo cuesta arriba, nunca es tarde para darle un giro al rumbo de la vida.
