Ante el repunte descontrolado de casos positivos por Covid 19, se han realizado cambios significativos en las normas y exigencias por parte del Departamento de Salud de Puerto Rico y los epidemiólogos de cada municipio. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés)en conjunto con el sistema de salud, recomiendan que todas las personas de 5 años de edad o más se vacunen contra el Covid – 19. Según el CDC los niños y adolescentes deben vacunarse, porque: “Los niños tienen las mismas probabilidades de infectarse por COVID-19 que los adultos, y pueden:
• Enfermarse gravemente a causa del COVID-19
• Sufrir complicaciones de salud a corto y largo plazo a causa del COVID-19
• Propagar el COVID-19 a otras personas, incluso en la casa y la escuela”
Hasta mediados de octubre del 2021, los niños de 5 a 11 años han experimentado más de 8,300 hospitalizaciones por COVID-19 y casi 100 muertes por COVID-19. De hecho, el COVID-19 es una de las 10 causas principales de muerte en niños de 5 a 11 años”.
De igual forma el CDC reitera que los niños infectados pueden presentar complicaciones graves como síndrome inflamatorio multisistémico, una afección que provoca inflamación de diferentes partes del cuerpo. Tales como: corazón, pulmones, riñones, cerebro, piel, ojos y órganos gastrointestinales.
Las mencionadas recomendaciones han generado controversias y dudas entre los padres y madres, quienes han comunicado no estar seguros de esto, a solo unos pocos días de comenzar el nuevo año escolar.
Periódico Visión entrevistó a Eunice Arroyo, propietaria de un salón de belleza, quien está en contra de la vacunación a los niños. “No estoy de acuerdo en términos generales. Yo pienso que sí favorece a muchos, pero no a todos”.
“En el caso de los niños, ya ellos cuentan con un sistema inmune fortalecido y actualmente estas vacunas no están del todo aprobadas. Yo llevo meses estudiando toda esta literatura científica. Ahora mismo, las vacunas para niños se completan en varios años, incluso la FDA ya dijo que sí hay un riesgo de padecer y sufrir problemas del corazón. ¡Con los niños se está jugando a la ruleta rusa!”, resaltó.
Esta ciudadana y empresaria enfatizó que en su proceso de autoeducación descubrió foros de médicos que recomiendan actualmente lo contrario a vacunarse.
“Hay médicos y especialistas que quieren dar información y los han callado, y eso no sale a la luz pública. Esto más que salud es político y hay demasiados intereses económicos. Ya hay demasiada evidencia científica que dice que la vacuna no es segura, es cuestión de informarse correctamente. Los efectos se verán.”
Actualmente, Eunice y su esposo no tienen vacunas y explicaron que los comercios que no les han permitido entrar han provocado que su estilo de vida sea mejor.
“Cuando vamos a salir, lo planificamos, nos hacemos la prueba y ya. Por lo demás, nos ahorramos hasta dinero. Yo me siento segura de cómo estoy haciendo las cosas. Creo que más que vacunación, es tener un sistema inmunológico en condiciones, alimentarse bien y protegerse. Nosotros consecutivamente nos hacemos análisis para ver cómo está nuestro sistema”, puntualizó.
Por otro lado, Krystal Bruno Vázquez, enfermera escolar en la región de Arecibo, está de acuerdo al 100% con la vacunación en menores, y da sus razones. “Estoy de acuerdo porque además de ser madre, trabajo directamente con niños en el plantel escolar y sé cuán importante es. Necesitamos la inmunidad de rebaño y yo abogo por eso. No se ha logrado porque los padres están pocamente orientados”, mencionó.
De igual manera, Bruno resaltó que antes del receso navideño vivió percances ante las exigencias de vacunación en la escuela, por parte de padres y empleados en desacuerdo. “Mi deber es informar y lograr que la mayoría, con esperanza de que sean todos, tengan su vacuna.
Lamentablemente, a pesar de las orientaciones, muchos no han querido y se niegan colocarla a sus hijos. El problema es que no podemos recibirlos y tampoco al momento hay directrices a ejecutar en estos casos”, explicó.
Por último, una madre de cuatro hijos y residente en Manatí, expresó “que cojan de conejillo de indias a otro, a mis hijos no”.
