Ana Escobar Pabón, Secretaria del DCR
Tras un mes sin que los familiares pudieran ver a sus seres queridos en las cárceles del país, como medida de prevención para evitar nuevos brotes de Covid-19, el pasado 20 de diciembre el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) reanudó las visitas en aquellos centros donde no haya casos activos.
El confinamiento en los centros penitenciarios tuvo lugar luego de que varios brotes del virus surgieran en facilidades como el Centro de Detención del Oeste en Mayagüez, donde 129 reos y dos oficiales dieron positivo. Esta nueva medida, que coincide con las festividades navideñas y que busca que los reclusos puedan tener contacto con sus seres queridos, se limita a una visita semanal en un horario de 8:00 a.m. a 4:00 p.m.
Las visitas se limitan a solo 2 personas por cada miembro, con una duración máxima de 30 minutos. Además, los familiares deben presentar su Vacu ID con la pauta completa, que en el caso de Pfizer son tres vacunas. En caso negativo, hay que llevar una prueba de resultado negativo PCR o antígenos en las 48 horas previas a la visita. Dichos encuentros no permitirán el contacto físico en ninguna de las instituciones correccionales de adultos, aun cuando no existan casos de COVID-19 positivos.
La secretaria del DCR, Ana Escobar Pabón, expresó que “estamos muy conscientes de que esta época navideña es una de reunificación familiar y queremos que tengan la oportunidad de ver a sus familias”.
En conversación con Periódico Visión, la funcionaria dijo que “el 84% de empleados y confinados tienen ya hasta la tercera dosis. Estamos muy atentos para tomar medidas adicionales para los empleados. Solo tengo cinco casos positivos de confinados en todos los centros: 3 de ellos en el oeste, 1 en Bayamón y otro en el Centro Médico Correccional”.
Desde la agencia enfatizaron que las medidas de seguridad sanitaria siguen activas, y que “los educadores en salud y personal del Departamento de Salud continuarán ofreciendo talleres de orientación sobre el manejo de esta pandemia”.
Actividades especiales para celebrar la navidad
Además de la oportunidad de poder reencontrarse con sus seres queridos en visitas acordadas, el DCR tiene un programa para llevar la celebración de la navidad a la población confinada, según informó la secretaria Ana Escobar Pabón. Cabe destacar que existen unos programas donde se ha permitido que los confinados puedan salir para disfrutar la Nochebuena y Navidad en sus hogares.
“Son confinados del programa REDES, del Centro de Tratamiento Residencial Arecibo y del Hogar Intermedio de Mujeres. En estos tres programas disfrutarán los días 24 y 25 y el día de Reyes”, dijo Escobar. Y apuntó que “cuando no se autoriza es el 31 de diciembre, ese día todos deben estar en las instituciones”.
Además de estos permisos especiales, el DCR ofrece ciertos permisos para que los confinados disfruten de las tradiciones gastronómicas de las navidades.
Así, hasta el día 26 de diciembre a los familiares que visitaron a sus confinados les estuvo permitido acceder a los centros penitenciarios con comida típica navideña, que podía incluir arroz, un plato de carne (pavo o cerdo), pasteles y morcillas, una vianda y un postre.
Esta comida no corre a cargo del DCR, sino de los propios familiares. Lo que sí ofrece el sistema penitenciario del país es una cena o almuerzo en los días señalados, con comida típica para beneficio de toda la población reclusa.
Adicional a esto, el departamento está permitiendo que los familiares entreguen algunos productos a modo de regalos navideños. Sin embargo, no cualquier obsequio puede ser introducido.
“En esta ocasión permitimos entrar paquetes con alimentos no perecederos y material de aseo. Para los que no tienen familiares, tenemos los Comité de Amigos y Familiares de Confinados que se han organizado para proveer a los que no tienen familia”, expresó.
Por último, la secretaria compartió que a diferencia de otros años, en los que a algunos reos se les ha permitido ir a recoger grama con sus hijos para depositarla en las cajitas el día de Reyes, este año las precauciones no solo afectan a su población reclusa, sino a sus familiares.
“Es algo mágico de esta época, pero eso no lo podemos hacer, porque tenemos que proteger también a los niños y familiares menores. Hay que extremar las protecciones. Habíamos conversado para llevarle regalos a los niños de los confinados, pero ahora todo se nos viene abajo. Si hay algún grupo de familiares de confinados que en enero lo pueden hacer, con mucho gusto cooperaremos, pero solo si la curva de positividad se reduce”, expresó.
Escobar Pabón culminó mandando un mensaje de aliento a los presos y sus familiares. “Somos bien empáticos en los procesos de rehabilitación, cuenten siempre con nosotros en los esfuerzos que abonen a la reintegración de la población correccional”.
