El pasado 2 de febrero del corriente año comenzó oficialmente la temporada de incendios forestales en Puerto Rico, la cual se extiende hasta el mes agosto. El pasado año se reportaron 2,505 incendios forestales en toda la isla, siendo la Zona Oeste (Aguadilla-Mayaguez) la de mayor incidencias de fuegos forestales con un total de 676, esto como ha ocurrido en los pasados cuatro años. Este año en el mes de enero se reportaron un total de 120 incendios forestales a nivel isla, 59 de estos en la Zona Oeste.
La mayoría de los incendios forestales en Puerto Rico son a causa de la conducta humana, ya sea intencional, accidental o negligencia. Esto causa grandes daños a nuestras propiedades, salud, ambiente, economía y pérdidas considerables e irreparables a la flora, fauna y agricultura. Los incendios forestales tienen pérdidas económicas por cuerdas de terreno: pasto silvestre $50, heno $600 a $800, pasto cultivado $300 y los bosques comienzan en $50,000 ya que depende de las especies afectadas y en la mayoría de los casos causan daños ecológicos irreparables.
Además de sus pérdidas en verjas, ganado, maquinaria, estructuras y equipo.
Según el Monitor de Sequía, ya se presentan condiciones atípicamente secas a lo largo de la costa sur, parte del noroeste de Puerto Rico y Vieques. Estamos entrando en los meses de poca precipitación y el viento aumenta su velocidad, esto provoca que el material vegetativo se seque convirtiéndolo en combustible para que cuando ocurran los incendios forestales se propaguen con rápidamente. Recuerde, el fuego se propaga al nivel del suelo y más rápidamente si las condiciones del viento, temperatura, humedad relativa, humedad del combustible y topografía son favorables para la propagación de los incendios forestales. Por esto, siempre estamos atentos a los comunicados que nos envía el Servicio Nacional de Meteorología ya que ellos tienen unos parámetros climatológicos establecidos que determinan si las condiciones del tiempo están propensas para la propagación de incendios forestales en las diferentes zonas de la isla.
Hago un llamado a la ciudadanía en general, pero especialmente a los de la zona oeste para que comiencen a crear una cultura de comunidades adaptadas a incendios forestales, creando espacios defendibles para sus propiedades. De esa manera podemos reducir y prevenir los daños cuando ocurra un incendio forestal cerca de nuestras propiedades. Esto es una temporada, ocurre todos los años y es un problema que nos afecta a todos. Debemos prepararnos todos los años, al igual que lo hacemos con la temporada de huracanes.
