Thursday, April 25, 2024
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Bad Bunny un fenómeno social

Por: Messier Z. Torres Feliciano

Benito Antonio Martinez Ocasio, mejor conocido por sus fanáticos como Bad Bunny, actualmente es una de las estrellas más trascendentales de esta nueva era. Llenando conciertos en todas partes del mundo y llevando el idioma español a todo el lugar en el que se presenta. Lo que muchas personas no saben es que su lugar de origen viene del norte de Puerto Rico, Almirante Sur en Vega Baja. Es por eso que hablamos con una psicóloga social para que explique el por qué de este fenómeno Vegabajeño y el por qué atrae tanto el público.

El éxito de Bad Bunny no es necesariamente algo nuevo. En sus respectivas épocas existieron artistas capaces de llenar estadios enteros, capaces de movilizar las masas a gran escala al igual que el conejo malo. Artistas como los Beatles, One Direction, la banda Queen, artistas como Shakira y Ricky Martin también fueron capaces de movilizar al mundo. Así que no es algo novel que muchos artistas sean muy reconocidos a nivel mundial y es que todo está en la palabra época. Según nos explicaba Hilda Vilá, quien es psicóloga social y dirige el Observatorio de Investigación Social de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo. Para poder evaluar el fenómeno debemos tener en cuenta lo que se vive en el mundo contemporáneo.

“Para analizar y empezar a comprender, los fenómenos sociales actuales tienen que ubicarse en el contexto histórico, cultural y político-económico en que surgen. Para entender el auge de Bad Bunny, tanto en Puerto Rico como en el mundo, hay que entender cuales son las coordenadas y los discursos dominantes de la época.” comenta Vilá.

Y es que en parte vivimos en una sociedad a la que se le conoce como la posmodernidad o modernidad líquida en donde existe un tipo de ruptura de ideales del progreso. Muchas definiciones han cambiado como lo sería la definición de lo que es la familia, lo que debería ser el estado los valores, lo que es ético y moral. También que se vive en un mundo en donde todo está en constante cambio y lleno de presiones, por lo que entramos en Bad Bunny que viene siendo un tipo de válvula de escape del mundo y sus presiones.

Para la directora del Observatorio de Psicología Social de la UPR de Arecibo, tenemos que tener en cuenta que vivimos unos tiempos en donde el discurso del capitalismo es “voraz”.

En este se promueve el individualismo y el consumismo, un lugar en donde todo es temporal e inestable en donde los fundamentos que estaban sólidos en la modernidad han comenzado a disminuir y es ahí cuando en la sociedad y en las personas que las componen comienza esa sensación de sin sentido o como lo explica la psicóloga social “sin rumbo, sin promesa”.

“Yo siempre lo pienso con los estudiantes en la universidad. Entro a la universidad, pero tengo que tener uno o dos trabajos para costear mis gastos, muchas veces tengo que costear los gastos de mi familia. Luego me gradúo, tengo un diploma en la mano, pero no se si voy a conseguir trabajo y eso es una ruptura bien fuerte.” Y es que, en comparación con otras generaciones, Vilá explica que ha sido muy distinto pues quizá otras generaciones no cargaban con todas las presiones actuales en cuanto a conseguir empleo o obtener dos trabajo para poder costear sus estudios.

“Lo que vemos son los estragos de lo que se hizo en las décadas posteriores. Lo fuimos dejando en desastre. Toda esta sensación de inestabilidad, de sin sentido en donde ese ideal de progreso se estrella y ahora pasamos estos tiempos de una consistente precariedad y esto a su vez genera toda esta dinámica de sálvese quien pueda.”

Todo esto genera una válvula de escape que es en donde entra Bad Bunny. Lo que nos explica Hilda Vilá, es una catarsis en donde cada cual vive a nivel individual, pero a la vez es lo que vivimos a nivel colectivo, por lo que explica desde la perspectiva de un concierto que Bad Bunny es como esa válvula de escape de ese mundo individual.

“ Es como un espacio de liberación de ese síntoma colectivo que tenemos, es ese sentido pudiera ser un espacio no quiero decir terapéutico pero si de algo que en la medida que se libera tiene una función que puede relajar de manera efímera algo de las personas que participan de eso. Si convertimos eso en el olvido de sí, nos entregarnos a eso.” explicó la psicóloga social.

Por otro lado, en cuestión a sus líricas utilizó como ejemplo la canción “Titi me preguntó”
“Hay unos elementos de la estética de lo infantil de la estética de cómo nos vestíamos del pasado de los dichos.” En la canción “Titi me preguntó” nos remonta al pasado con una frase la cual cataloga como parte del machismo y patriarcado que el mismo cantante corrompe en la canción pero a la vez nos explica otra parte que podemos ver en esa misma lírica.

“Entonces está esa estética del pasado y de ese punto pasamos a incertidumbre del presente está por un lado el movimiento de la algarabía de todo es como tal pero dentro de todo eso hay una sensación rara, no hay solamente una algarabía hay como una especie de melancolía como algo que duele en el fondo.”

Y es que las palabras del final expresa a una persona que no confía en el amor, que no puede enamorarse, una de las características de esta nueva era, en la que las relaciones amorosas son mucho más difíciles. Lo que lleva a una conciencia de lo que sucede en el colectivo.

A pesar de todo, la psicóloga aclaró que aún no es un fenómeno que se pueda evaluar a ciencia cierta, pues sigue en constante movimiento. La mayoría de estos fenómenos como el joven vegabajeño, tienen mucho que ver con el pensar colectivo.

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