El representante por el distrito 22 de Adjuntas, Lares, Utuado y Jayuya, Jorge Alfredo Rivera Segarra, quien preside la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes, aseguró que el cultivo de arroz en Puerto Rico no debe descartarse nunca. El más reciente esfuerzo de siembra de arroz en la Isla se llevó a cabo por el Departamento de Agricultura en la administración de Alejandro García Padilla, y el mismo fue abandonado por el gobierno de Ricardo Rosselló, luego de una importante inversión. Los gobiernos subsiguientes de Wanda Vázquez y Pedro Pierluisi no se han interesado en el tema. El proyecto arrocero ya había superado la fase de inicio y ya estaba generando retorno en la inversión cuando fue cancelado.
“Ahora con la realidad de la situación alimentaria mundial, y la necesidad de producir más localmente, esa alternativa debe estar vigente, sea bajo la administración del gobierno, de la empresa privada, o una combinación de ambas”, señaló Rivera Segarra. Las declaraciones del legislador se dan luego de que Javier Biaggi, el exencargado de los proyectos de cultivo de arroz que se llevaron a cabo en la isla hasta el 1992, asegurara que es posible retomar el cultivo del arroz en Puerto Rico. “En un momento tuvimos la producción del 80% del consumo de arroz. Del 1980 al 1992”, recuerda Biaggi. Según Biaggi, “tenemos que recuperar las cuerdas, volver a escoger la variedad correcta”.
La reacción surge porque el secretario del Departamento de Agricultura, Ramón González Beiró expresó el jueves pasado en los medios sobre la posibilidad de que Puerto Rico enfrente una escasez de productos de consumo generalizado como lo es el arroz. “Escuché con atención las expresiones de esta mañana del amigo presidente de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, Héctor Cordero, quien aseguró que si es el gobierno y el Departamento de Agricultura quienes lideran el proyecto de retomar el cultivo del arroz en la isla, el proyecto no funcionará.
“Comprendo la frustración de Cordero por la experiencia vivida, él conoce muy bien el tema. Él se inclina a que cualquier proyecto de desarrollo de cultivo del arroz debería estar en manos de la empresa privada, con el gobierno participando en funciones de facilitador y fiscalizador”, señaló Rivera Segarra.
El líder de los agricultores de la Isla señaló que el futuro es la llamada ‘agricultura de precisión’ que se utiliza en Holanda o Israel. “Por ejemplo, Holanda es un enorme pantano y aún así producen el 90% de los productos que consumen. Israel es un desierto y han puesto a producir un desierto completo para sus alimentos con técnicas de agricultura de precisión”, señaló Cordero. “No solo es posible, es vital retomar el proyecto de arroz”, apuntó el legislador.
Rivera Segarra señaló que presentó junto al presidente cameral Rafael ‘Tatito’ Hernández el Proyecto de la Cámara 747, para crear un comité compuesto de un miembro por delegación de los partidos políticos en el cuerpo, a los fines de desarrollar un plan agrícola que atienda a corto, mediano y largo plazo la urgencia y desarrollo agrícola del país, particularmente la seguridad alimentaria.
“Una realidad constatable es que la agricultura puertorriqueña ha estado en un rezago por muchos años, hemos visto pasar grandes ideas de desarrollo agrícola con buenos puertorriqueños, pero debido a los cambios políticos muchas de estas iniciativas quedan en el olvido y no se les da la continuidad que ameritan”, señaló Hernández Montañez. Ante dicha realidad, la encomienda que se ha propuesto el liderato cameral es evaluar la efectividad, condiciones y alternativas para generar soluciones para el desarrollo de la agricultura puertorriqueña.
En diciembre pasado, el gobernador Pedro R. Pierluisi vetó proyecto de la Cámara P 10, de la autoría de Héctor Ferrer Santiago, que propuso la creación del Consejo Asesor de Seguridad Alimentaria, adscrito a la Oficina del Gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, a fin de brindar el más completo asesoramiento, análisis y desarrollo de propuestas para el diseño de una política pública que atienda la situación apremiante de la seguridad alimentaria en Puerto Rico.
