Una persona con episodios de tristeza o tristeza prolongada no exagera, aprende a acompañar y a no convertirte en parte de la dura situación. Acompaña sin juzgar, valora las emociones y sentimientos de la otra persona, escucha activamente y presta atención a las señales de riesgo.
Muchas veces el dolor físico o no físico se ve minimizado por personas a las que se les confía, como, por ejemplo; familia, pareja, grupos de interés social, ect. En ocasiones, en el proceso de desahogo nos cohibimos de la expresión sincera de los sentimientos por no esperar de la otra parte una frase trillada y dolorosa como, “un no es para tanto”, “hay cosas peores” o incluso, aunque parecería motivacional un, “tú puedes con todo”.
La empatía es el grado más significativo que se pueda esperar en esos momentos, no es lo mismo que entender, pues cada persona lo comprenderá desde sus propias experiencias de vida. Sin embargo, ser empático(a) es tener una escucha activa y valorar las emociones de quien se desprende de su ego muchas veces, dejando salir sus emociones a través del llanto o la narrativa de lo sucedido.
Si te toca escuchar a quien de alguna forma está en tu vida, no invalides sus emociones, no uses palabras que minimicen su sentimiento o emociones, simplemente escucha y apóyale en la búsqueda de soluciones o en la búsqueda de un(a) profesional de la salud mental y/o conductual.
Si eres tú quien sufres, no permitas que minimicen tu dolor y sentimientos. Porque alguien no los entienda, no quiere decir que lo que sientes sea una exageración con relación al suceso. ¡Busca ayuda profesional! El dolor puede superarse, pero si lo guardas será parte de un cúmulo permanente que parecerá haberse resuelto con el tiempo, pero que en algún momento podría afectarte severamente.
Si una persona de tu núcleo familiar, amigo(a) o pareja, incluso compañero(a) de trabajo está pasando por un momento difícil y está acudiendo a terapia, todos(as) con quienes interactúa de forma directa y basado en una relación de cariño; deben entender los elementos de la depresión y su sintomatología. Es imprescindible para que la persona en terapia avance en su proceso terapéutico, no es que, no pueda hacerlo “solo(a)”; pero se hace más fácil cuando se le comprende y se comprende el estadio por el que está atravesando.
por: Luis Ibrahyn Casiano
Trabajador Social
